La colonia Federico Chávez, cerca de Encarnación, es un paraje rural donde inmigrantes japoneses se asentaron durante el siglo pasado. Los nikkei que viven allí se dedican mayormente a la producción agrícola y mantienen tradiciones entre las que también se incluye el deporte. El béisbol es practicado por los nikkei en todo el país y en Chávez, por la pequeña población que existe, no es fácil sostener un equipo completo, aunque eso no es limitante para el desarrollo del talento deportivo.
Jun Matsumiya tiene 23 años y colabora con su familia en la producción agrícola. Trabaja desde temprano en el campo y ayuda a su abuela, que cultiva una huerta para consumo propio. Desde la altura donde su casa está, todo lo que puede verse es verde. Jun es también beisbolista desde niño, compitió con el equipo de Encarnación, desarrolló amistades, recorrió países y fue convocado para una pasantía con los Orioles de Baltimore en EUA. Sus experiencias pueden inspirar a otros jóvenes a desarrollar las potencialidades que toda persona puede tener.
El béisbol es un deporte de mucha disciplina y es un deporte colectivo, si no hay conexión con tu equipo es difícil salir adelante… no hay nada mejor que estar con tus amigos debajo del sol”
