Jóvenes artistas: tradiciones y proyecciones

Pedro Juan Caballero –capital de Amambay– se ubica en la frontera con Brasil y se caracteriza por su mezcla de culturas. La ciudad alberga a colectividades migrantes y entre ellas también a los nikkei. La escuela japonesa o las iniciativas sociales de los descendientes japoneses, representan espacios saludables para la juventud. El arte es expresión para Sayuri, es también un medio para proyectarse al futuro en el caso de Hiroshi. Las prácticas artísticas de estos dos hermanos están en íntima relación con la cultura contemporánea del Japón.

Hiroshi Nara Franco (21) es tatuador e ilustrador. Su hermana Sayuri (19), quien es docente en la escuela japonesas de Amambay, encontró también un camino de expresión en el dibujo. Él la orienta en sus prácticas, ambos son seguidores del animé japonés y esto se ve reflejado en los trabajos que ambos realizan. Los hermanos relatan cómo el dibujo animado japonés –más allá de ser una fuente de entretenimiento– representa un medio para relacionarse con la cultura japonesa actual y profundizar su conocimiento del idioma.

Nuestro padre es nikkei pero no tuvo oportunidad de estar en contacto con sus orígenes, así que nunca aprendió a hablar el japonés y se sentía avergonzado. Es por eso que nos mandó a la escuela japonesa de Amambay, para que aprendiéramos el idioma… Somos lo que somos porque estudiamos ahí”