Yguazú ofrece atractivos diversos a las personas que la visitan: muchos de ellos están relacionados con las bellezas de la naturaleza o con la cultura de la comunidad nikkei que allí vive. Ese es el caso del lago Yguazú, la plaza de la amistad, el museo de la inmigración japonesa; o el de CETAPAR, un centro para el desarrollo de la agricultura en el país, impulsado por la JICA en sus inicios y hoy gestionado por la Fundación Nikkei.
Ichiro Fukui vive en Yguazú desde los tres años. Sus padres llegaron hasta allí desde Japón en 1963 (solo dos años después de la fundación de esa colonia). Él es un miembro activo de la comunidad y presidió por varios periodos la Federación Paraguaya de Siembra para una Agricultura Sustentable.
Ichiro relata que el Centro Tecnológico y Agropecuario del Paraguay –CETAPAR (que fue instalado en el predio antes ocupado por su escuela de infancia), también ha generado conocimiento útil para el desarrollo de la siembra directa, práctica que se extendió desde la Colonia Yguazú a todo el país.
En las parcelas de siembra directa combinamos distintas variedades de abono verde, que pueden verse como simples pastos, pero su efecto para la vida es importante. El fondo del subsuelo es un misterio para nosotros, debemos cuidar la tierra, para que se mantenga el equilibrio natural y la producción mejore”